Sola
Ayer estuve esperando a que llegara la gente de mi clase casi media hora. No sé por qué odio tanto estar sola en los sitios. No me gusta, y no me gusta que no me guste. No entiendo muy bien por qué me ocurre esto pero supongo que he sido siempre así. Antes incluso me daba pavor ir sola a los compromisos, y cuando me refiero a compromisos hablo del médico y cosas por el estilo. Venirme a Zaragoza me ha servido para perder ese miedo, para aprender a buscarme la vida, a preguntar... a hacer las cosas por mí misma, en definitiva. Aquí nadie las va a hacer por mí. No sé quién o qué tiene la culpa de esto. ¿Me han sobreprotegido en casa? No sé, no creo justo echarle la culpa a mis padres. Pero pienso en aquello con lo que he comenzado este post y no se me ocurren soluciones. ¿Cómo acostumbrarse sin sentirse mal? No sé, es raro. Quizás tengo una especie de prejuicio por el que pienso que la gente no ve bien que alguien vaya solo a los sitios. Probablemente sea una tontería, pero sí, creo que es eso lo que me hace ser así. Estoy en el bar con alguien y sólo que se vaya al baño, agarro el móvil y me pongo a hacer el gilipollas. ¿Qué pasa que no se puede estar tranquilamente mirando a tu alrededor? No sé ni qué cara poner en ese tipo de situaciones. Y es que odio ser así en ese aspecto. Me siento súper tonta. Quizás sea debido a mi timidez... Bueno, en cualquier caso, espero que algún día esto desaparezca. Lo más curioso es que me encanta y siempre me ha encantado estar sola. Pero cuando nadie me ve...
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