Al dictado Esperaré a que cierres la mano para atrapar el momento. Y cuando me vaya podrás amaestrarlo, nombrarlo comandante de tus juguetes viejos. Te escurrirás después en el cuaderno que me fabriqué con hojas robadas de tu calendario, es el papel perfecto para inventar recuerdos. Y escribiré al dictado de tus parpadeos la métrica precisa, la música prestada. Las hojas robadas de tu calendario son el papel perfecto para inventar recuerdos. Y escribiré al dictado de tus parpadeos las sílabas exactas, canciones que no me envidiarás. Dardo y Alicia Juguemos a ver quién llega al final, quién conquista más reinos de tiza. Silbido de viento, tu piel es una vocal, mantel infinito para poder merendar sobre el mar. Lanzo mi cometa contra el cielo y, cuando se descama el azul, las sombras son espejos donde antes había luz. Volvamos a ser Dardo y Alicia, impacientes como una bajamar. Para jugar a adivinar hay que creer después. Lanzo mi cometa contra el cielo y, cuando se descama el azul, las sombras son espejos donde antes había luz. Lanza tu cometa contra el cielo y, si se despereza el azul, yo lanzo mi cometa contra el cielo y, cuando se descama el azul, las sombras son espejos donde antes había luz. El cristal por dentro Poco puedo hacer ya si mi reflejo ha decidido por mí. El espejo no ve dos al mismo tiempo. Y no se puede ser como no se ve. El cristal se rompe por dentro pero no se oye. Hoy por hoy ya sólo a veces el viento en la cara me hace sentir algo. Ni siquiera tu olor, ni siquiera tu voz, ni siquiera tu canción, ni siquiera tú… No se puede ser como no se ve… Dame más tiempo, que todo acaba por desprenderse de una piel de vidrio, una piel sin poros. Hormiga Es difícil caer sin prisas, girar la espalda si pendo de tu hilo. Como los astros pespunteados en el gran pliego, ya no me muevo. Reordené tus dibujos al revés para no sentirme como un pie dormido. Sueño que despierto pequeño como una hormiga. Despierto despacio, despacio respiro el sueño. Disimulo en un gris puro para librarme de los colores. Y no me siento como un pie dormido; respiro despacio, despacio un nuevo sueño: vivo en pequeño como una hormiga. Pasó el cometa Cierra los ojos, se oye crecer. Siente la edad de la Tierra en los pies. Abriendo los brazos se acerca el mar, el frío ha roto lo que dijiste ayer. La noche escapa en la pared, el día espera si suena tu voz. Voy a borrar tus sueños, para salir de tus recuerdos. Ya pasó el cometa y descansa un mundo que no va a volver. Voy a borrar tus sueños para salir de tus recuerdos. Año nuevo Duermen desafiando a la estrella polar, se abrazan en z. Viven donde el ruido no los alcanzará, ni la costumbre. Llueve siempre lejos, siempre en otro lugar, pero se mojan… Y crece la maleza que los protegerá de otros inviernos. Mi casa de pájaros Para que vuelva a latirme el mundo debo contruir otra vez una Torre Eiffel con palillos de dientes. Tengo antídotos de muchos males menos de mí mismo. Me obligo a aprender sin escatimar cicatrices. Y después me queda darme media vuelta con una despedida lógica y medida, tan razonable que no debe doler. Y después me queda guardarme las postillas con una mueca herida, mancha de sonrisa, tan escogida que no debe doler. Y después me queda guardarme las postillas con una mueca herida, mancha de sonrisa, tan escogida que no debe doler. En mi casa nueva no habrá más escaleras, me quedaré encerrado grabando en la corteza cada vuelta de la Tierra al Sol. Y después me queda guardarme las postillas con una mueca herida, mancha de sonrisa, tan elegida que no debe doler. Trampas en la boca Una madre para los latidos que me van sobrando de dos en dos. Y si tienen hambre, ¿podrás amamantarlos con aire de tu pecho frío? ¿Quién ha dicho que el silencio cura las palabras? Se desgrana el tiempo y los verbos nacen muertos. Una madre para los latidos que me van sobrando de dos en dos. ¿Quién ha dicho que la fiebre escarcha la memoria? Crecen garabatos mientras se quemen los labios. Nautilus Despacio, sin mover el aire, me desinvento en mi rincón, atando mi secreto, aprendiendo a enmudecer. Hoy llueve, y el cielo arroja largos alambres de plata que bordan en el suelo un plano invertido del mundo. Quién no va a cambiar una semana por un minuto de interferencias… Y llegué a creer que hablaba solo, pero tu sombra me hacía eco en los charcos aún, mi pequeña esquimal… En los charcos… mi pequeña esquimal…………………… La otra mitad (para leer del otro lado) Me obsesionan los espejos desde que perdí una mitad dentro de uno de ellos… Esperaba una señal del otro lado, pero se me adelantó. Y ahora la busco en los espejos y en todos me la encuentro, pero se vuelven a quebrar. Te lo dije, no se puede mezclar magia con anestesia. Y ando desescribiendo dedo a letra mi renglón, pobre caligrafía para saliva sin beso. Y si juegas a espías, ve con cuidado al volver, que los cristales rotos siembran de cromos tuyos mi habitación, cuidan de mis abrazos hasta que vuelvas a salir. Nada nuevo bajo el sol Nadie entendió la tempestad, fuimos un gran salto. Nadie lo entendió… ¿Quién fue el último en sentir algo nuevo bajo el sol? Ha dejado de llover dentro de la foto. Nadie lo entendió… Un segundo para siempre como ahora lo que sientes… Juntos en algún momento abrimos libros distintos…
Esperaba de este disco ni más ni menos de lo que me he encontrado: de nuevo una preciosidad. Me faltó poco para echarme a llorar cuando lo escuché por primera vez, dado que a la belleza de los sonidos debía añadir la espera que tanta espectación había despertado en mí. No sé, otra vez me quedo sin palabras para describir lo que este grupo es para mí. Sólo les puedo dar las gracias por hacer lo que hacen, por conseguir que cada vez que escuche sus canciones se me erice la piel y sin darme cuenta nazca una gran sonrisa en mi rostro que hace que el resto del mundo deje de tener importancia, que todos los problemas se alejen para sólo existir el sonido en mi oido. De nuevo una gran experiencia a cargo de Miguel Rivera y sus compinches. Increible.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home