Cara bobalicona

Creo que estoy algo sorprendida por lo bien que está marchando todo. Reconozco que tuve dudas durante un tiempo, y me gustó ver cómo desaparecían durante las vacaciones de Navidad. Pero ahora lo tengo tan claro que incluso me asusta. Estoy tan segura que tengo miedo. No sé qué clase de miedo, quizás a perder lo que tengo ahora, pero en cualquier caso no consigue que sea menos feliz. Supongo que es algo con lo que hay que aprender a convivir, como comenté en el último post.
Desde luego no voy a preocuparme por tonterías ahora que todo anda genial. Ha sido demasiado tiempo esperando algo así como para ahora arruinarme el momento. Creo que he encontrado la horma de mi zapato, algo que ya dudaba pudiera existir. Pero sí, existe y está a mi lado, y me hace más feliz de lo que nunca he sido. Ojalá esta sensación no desaparezca nunca, porque conforme pasa el tiempo me siento más segura de lo que siento, y siento más a fondo lo que siento.
Quiero que el mundo se pare, y bajarme aquí a contemplar lo que tengo a mi alrededor, porque últimamente todo me parece tan bonito que no sé si no soy demasiado ingenua. Pero me encanta lo que veo así que de momento espero poder seguir mirando con la misma cara bobalicona lo que me prepara el futuro.