Canciones

Es curioso cuánto de verdad tienen las canciones. O cuánto de verdad queremos verles. Siempre uso como nicks frases de canciones, que me gustan en ese momento, que siento de alguna manera mías, tengan o no que ver con mi estado de ánimo. Podemos leer literatura, filosofía, ciencia... Pero, quizás seré yo sólamente, siempre acabo apoyándome antes que en nada de eso, en las canciones que escucho. Supongo que me son más cercarnas, porque las escribe gente de la calle, que ha aprendido a base de ver cosas, de vivir experiencias que cualquier catedrático por mucho que sepa ni ha rozado. Me suenan tan a mi lado, tan dentro de mí, o tan lejos... no importa. Tal vez será mi pasión por la música, pero a expensas de las melodías que puedan transportarlas, son esas letras las que me guían de algún modo. Son esas letras las que me animan a seguir, en las que me apoyo cuando no estoy del todo bien, las que me ayudan cuando estoy confundida... No sé, no sé qué haría sin música. Quizás eso es lo que hace tan especial escuchar algo nuevo. Quizás por eso salí tan alucinada de la presentación del disco de Iván Ferreiro (¿os suena?:P). No había oido nada de lo que tocó hasta ese día, pero puse tanta atención en lo que cantaba que me olvidé por completo del resto. Cuando te sumerges de verdad en algo así vives tantas cosas que pueden no ser tuyas, que resuelves que tal vez no necesitas vivirlas para saber lo que significan.
Igual son tonterías mías... pero sé que siempre lo sentiré así. Un libro puede acabar, una película puede llegar a su fin, una experiencia puede olvidarse... pero las canciones siempre quedan.