11 am. Informática. Afueras de la EUITIZ

Una buena amiga me dijo una vez que cuando nos enamoramos de alguien, lo hacemos principalmente de las cosas que hallamos en él y no encontramos en nosotros mismos. Últimamente me he dado cuenta de que me disgustan los rasgos que veo en la gente con los que luego me topo al analizarme a mí. Es algo paradógico, teniendo en cuenta que solemos buscar personas que se parezcan en lo mayor posible a nosotros, o al menos eso dicen. Quizás en realidad no es así, y mi amiga tenía razón. Pero, ¿por qué?
Tal vez queremos paliar necesidades de algún tipo, intelectuales, que no podemos cubrir por nosotros mismos. O nos aburren nuestras maneras de ser y hemos de buscar un complementario que nos enseñe nuevas maneras de mirar al mundo. En cualquier caso, y aunque ahora me parece pleno de lógica, me sigue resultando curioso. Y así me resultó cuando lo observé el otro día. No recuerdo cuál fue el hecho que me hizo caer en la cuenta. Supongo que de todos modos no tiene demasiada importancia.
Hay un bicho cuyo nombre creo que nunca he llegado a saber (quizás lo he olvidado) correteando a mi alrededor. Me recuerda a Eva, cuando hace demasiados, o tal vez pocos años los buscaba debajo de los bancos del patio de recreo. Entonces la mayor preocupación que teníamos era acabar la cuenta antes de que la Madre Isabel pasara por nuestro lado a revisar los resultados. Parece que las obligaciones nos anulan. Yo creo que nos completa. Y cuanto más denso veo mi horario más lo creo. Me gusta la organización de mi vida, con excesos, como siempre, pero mucho más comedida que el año pasado, posiblemente a estas alturas ya inexistente. Sigo tejiendo mis intentos de color.
Ayer vi Obaba. A parte de Juan Diego Botto (para qué engañarnos, un importante aliciente a la hora de elegir película), el largometraje es muy bueno. Tanto Ana como yo salimos muy contentas. Tenían razón cuando decían que superaba en calidad a Princesas, que también me gustó mucho. Cada vez me gusta más el cine. Creo que este año con Ana en casa lo frecuentaré más a menudo.