Ascendiendo...

Tú ya sabes que no es tan difícil tumbarme, pero una vez en el suelo más bajo no puedo caer.
Van pasando los días y me hago más fuerte, y yo te juro que un día me levantaré.

Hoy es un día diferente. Todo parece volver a tener color, ya no inundo el futuro en negro... Y ¿qué ha pasado para que haya cambiado todo así? Nada. No me sorprende. Podría estar días y días escribiendo posts sobre cómo me encuentro en cada uno de ellos, y lo más seguro es que ocurriera una de estas dos cosas: ninguno tendría nada que ver con otro / cada dos días se sucedería el mismo estado de ánimo, totalmente contrario al del día anterior. Bueno, a estas alturas ya debería estar acostumbrada a que mi cabeza funcione así. Al menos sé que cuando me levanto con el pie izquierdo no debo hacerme caso (aunque puede que sea cuando más claras llegan las ideas a mi cabeza). Algún día aprenderé... ¿no?