Todo sigue igual

Ya veo que las cosas no cambian. Por mucho que te empeñes en que todo te va bien, de repente un día te levantas con el pie izquierdo y no puedes dejar de mirar al suelo en todo el día... Es curioso. No sé, tampoco es que me encuentre mal, ni me siento mal por nada. Simplemente no tengo ánimos para hacer absolutamente nada. Ni siquiera he comido prácticamente en todo el día. No sé muy bien qué me ocurre, pero espero que mañana se haya marchado... porque no me agrada estar así.
Me doy cuenta de que estoy perdiendo el interés por las cosas, estoy adoptando una posición más cómoda, que me permite estar mejor, pero que no me beneficia para nada. Supongo que voy a tener que ponerme manos a la obra para que esto cambie. Espero que no rusulte difícil. Pero es complicado explicar bien lo que hay ahora en mi cabeza, y tampoco estoy segura de que me apetezca... no creo estar orgullosa de ello. Le correré el velo en cuanto pueda.