Bonito, todo me parece bonito...
Es tan complicado que las personas nos entendamos claramente entre nosotros… Girando bruscamente, es increíble cómo nos juntamos de un modo quizás no tan inconsciente con la gente que casa con nosotros. Ya no cuenta la forma de vestir, o cómo lleves el pelo, o la música que escuches… es algo más, algo más grande lo que hace que acabemos encontrando amigos que nos entienden tan perfectamente que incluso asusta. Últimamente no dejo de encontrar evidencias de que la naturaleza nos ha hecho de tal manera que luchamos sin darnos cuenta por nuestra propia supervivencia. Nuestro cuerpo y la manera en la que nos comportamos, todo está supeditado a algo que nos guía premeditadamente a encontrar nuestro sitio, a desarrollar nuestras cualidades, nuestros instintos... No sé, me parece abrumador, y del mismo modo totalmente necesario.
Creo que todo esto ha venido a mi cabeza porque estos días me encuentro muy a gusto con mi cotidianeidad. Me gusta rodearme de las personas de las que me rodeo, me encanta estar con mis amigos (con mi familia por descontado), me gusta el sitio en el que vivo, me gusta hasta lo que estudio y la forma en la que lo saco adelante (por esto último podrían lloverme en este momento meteoritos en la cabeza XD). Al final después de todo (no somos tan distintos) supongo que todo depende del estado de ánimo de cada uno. Me parece increíble haber dejado atrás aquella época gris en la que me encontraba totalmente desubicada con mis pensamientos, aquella época en la que a pesar de tener la vida más fácil del mundo, todo parecía extremadamente complicado, y lo peor de todo, imposible de dejar atrás. Ahora muchas cosas han cambiado. Algunas duelen por haber quedado atrás (como la convivencia en el piso con Ana y Maria Pilar), otras hacen que su eliminación me cree un gran bienestar (obviemos citarlas) y otras quedarán en el olvido como un tiempo bonito pero efímero por circunstancias que escapaban a mi control y que finalmente han acabado por caer al cubo de la basura por un tiempo indefinido (seguramente para siempre –no hay nada parasiempre-). Las que han surgido nuevas cada vez me gustan más (obviaremos también citarlas;), y las que se han reforzado me llenan por dentro mucho más de lo que quizás cabía esperar. Siempre había sostenido que los cambios, aunque al principio puedan doler y ser costosos, suelen acabar siendo beneficiosos. Y ahora lo sostengo mucho más. Quizás sea conformismo (en mi caso desde luego no) o un elaborado plan mediante el cual nuestra mente se autoconvence de que es mejor así, de que si las cosas hubieran seguido por otros cauces los resultados hubieran sido mucho peores. Es probable que estemos equivocados, pero la sensación de estar en lo cierto es otra de las grandes creaciones de la evolución humana. Cada vez me parezco más compleja, y cada vez los que me rodean me parecen más complejos. Y también la gente que me rodea me parece más bonita que nunca.