Mis pensamientos...

Friday, July 18, 2014

Recuerdos

El otro día me resultaba curioso por qué momentos tan puntuales reaparecen constantemente en mi cabeza, siendo situaciones esporádicas que en ningún caso iban a marcar un antes y un después en mi vida. En lugar de recordar verdaderos trances de mi existencia (que de vez en cuando también se dejan caer), repito una y otra vez fragmentos leves e insustanciales en los que he sentido algo tan continuo y bello que los hace convertirse en la máxima expresión de ese sentimiento.
Uno de los que más veces ha venido a mi cabeza es el de un día de pequeña en el que estaba con mi madre y mi hermana preparando la mesa para cenar. Un día cualquiera. Recuerdo como si hubiese sido ayer la alegría que sentí cuando sonó el timbre y fui corriendo a abrir la puerta para lanzarme a los brazos de mi padre. Era algo que hacía a diario, y sin embargo esa ocasión se grabó en mi retina para volver a aparecer durante el resto de mi existencia.
Otro de esos momentos fue una tarde que vinieron a pasar mis padres a Zaragoza. Recuerdo que era cuando mi padre estaba sometiéndose a la radioterapia, porque llevaba la boina que se compró cuando perdió el poco pelo que le quedaba. Le acompañé al autobús y me fui a sacar dinero al banco que había más adelante en la misma calle. Pero antes de entrar me volví para ver si habían arrancado y justo en ese momento pasaron. Les saludé sonriendo con la mano y ellos me devolvieron el saludo porque por supuesto no me habían perdido de vista desde que se habían subido. Es una tontería, pero ahora lo pienso y se me revela como la muestra más sincera del amor y el cariño que sentíamos los unos por los otros en mi familia (y que seguimos sintiendo, obviamente).
Y son cosas como éstas las que constantemente se me aparecen, y les estoy infinitamente agradecida. En lugar de invadirme recuerdos desagradables, del hospital, o de los días del velatorio o el entierro... o de las semanas posteriores, lo que revivo día tras día son recuerdos felices. Cada día soy más consciente de la suerte que tengo por ser así, porque me han enseñado a ser feliz pase lo que pase y en las circunstancias que toquen. A ver el lado positivo de las cosas, a disfrutar y valorar todo lo que tengo...
y sobretodo a amar, a amar con locura.