Mis pensamientos...

Sunday, March 12, 2006

Enésimo concierto de Elefantes

Sólo ver la preciosa sonrisa de Shuarma junto con la expresión de sus ojos es una experiencia sobrecogedora. Es increible la cantidad de sensaciones que pueden llegar a despertar en la gente. Hay canciones que conmueven por muchos motivos, pero demasiadas pocas te hacen sentir capaz, valiente, te hacen incluso mejor persona, o al menos despiertan en ti el deseo de serlo. Sin darme cuenta es uno de los grupos más especiales, bonitos y adorados por mí que tengo en mi discografía. Otros sobresalen por otras cualidades. Elefantes son entrañables.

El concierto comenzó ya con buenas espectativas. Era el úlimo, había de ser maravilloso, y la sensibilidad y la garra que aportaron a todas sus canciones lo hicieron posible. El hecho de haber presenciado ya cinco de sus actuaciones no hicieron ni mucho menos que el cansancio despertara en mí, y como yo el resto de los asistentes. Gritamos a más no poder, aclamamos cada uno de sus comienzos, imploramos que volvieran al escenario para ofrecernos más de eso que tanto nos estaba emocionando, y que acabó emocionándolos también a ellos. No sé cuándo podré volver a disfrutar de un espectáculo así, y me da rabia que no pueda ser de nuevo a su cargo.

“Gracias por mover vuestras manos diferente”, un momento del concierto que me despojó de las fuerzas que hasta entonces había ido racionando, para sumirme en un sentimiento de agradecimiento. Es eso precisamente, el agradecimiento que creo que todos sentíamos por habernos ofrecido aquello que han aportado a todas sus composiciones: las ganas de vivir y de disfrutar de lo que nos rodea.

Optimistas, sutiles… especiales, adorables… Todo eso y mucho más son Elefantes.

Ya en la cama procurando dormir, no podía dejar de cantar con la voz de Shuarma resonando en mi cabeza Me Muero por Hacerlo Bien, la canción con que despidieron por tercera y última vez el concierto. Preciosa. Ahora entiendo cuán inmenso es el pequeño espacio de quien ama, de quien vive y muere por quien quiere aunque después no se espere nada y llegue su mirada y te deshaces otra vez. Creo que todos nos deshicimos. Ahora voy sintiendo que tan solo el tiempo puede transformar, voy pasando cuentas con la infinidad de errores que tal vez algún día de estos y sólo con los gestos que acompañan al hablar… Esa manera de golpear la pandereta contra su delicada mano… Me haga entender por qué no me entiendo, no sé muy bien lo que guardo dentro, si es bonito o feo, grande o muy pequeño El gesto de aproximación de sus dedos roto, entero, que me muero por hacerlo bien. Nubes tan espesas en lo alto de mi cabeza me acompañan, rayos limpios, claros, largos, densos que no veo aunque sé que está ahí. Y estar despiestado es un poquito raro pero humano ya lo sé. Humanos, antes que nada, humanos. Pero ya ves, yo no soy paciente, si tú ya lo ves que hay una serpiente que se enreda en mi alma y que me aprieta fuerte, muerde con los dientes, me muero por hacerlo bien. Todos poseímos en aquel momento esa serpiente que nos estrujaba. Quiero entender, porque no me entiendo, no sé muy bien lo que guardo dentro, si es bonito o feo, grande o muy pequeño, roto, entero, que me muero por hacerlo bien. Me muero por hacerlo bien…Ayer todos supimos que lo que guardan dentro es enorme y precioso, y que cada uno de nosotros nos quedamos inevitablemente con un pedazo, pequeñito, pero que nos ayuda de manera inconsciente a seguir adelante con una gran sonrisa en la cara.

Mil gracias siempre.

Últimamente

Últimamente las cosas marchan mejor que bien.

Son muchos los aspectos que hacen que esto sea, o al menos me parezca, así.

El haber aprobado todas las asignaturas demostrándole a mis padres y a toda mi familia que podía comportarme de una manera responsable, asumiendo mis obligaciones y aprovechando el tiempo que paso en Zaragoza, es uno de los grandes motivos. Ciertamente me siento genial. Y la relación con mis padres es inmejorable.

Las mañanas en la Universidad son muy agradables. Me gusta mucho la carrera, cada vez más, y me alegro enormemente de haberme cambiado. Además la compañía es bastante inmejorable. Cristina, Sandra, Cristian y el resto de sus amigos, con los que tengo algo menos de trato, son geniales (chicos, ¡realmente me encantais! ¡A pesar Sandra de que seas del PP!). Y Ana es una tía chachi. Cris, Ana y yo vamos juntas a clase y la verdad es que, además de ayudarnos mutuamente las tres, he encontrado un apoyo en ellas que agradezco enormemente. Ir a clase con amigas y no conocidas es reconfortante, y te anima a levantarte por las mañanas (algunas veces:P). Gracias a las dos.

En casa las cosas marchan también muy bien. Estos días con éstas están genial, nos pasamos el día haciendo la coña y hemos recuperado esas “charlas filosóficas” que tanto echaba de menos. Además, las cosas con Berta vuelven a funcionar, tenía miedo de que todo quedara de un modo un tanto desagradable, pero después de aclarar las cosas todo va bien. Me reporta un notable bienestar, la verdad.

Por otro lado, los asuntos de la peña van por lo que parece viento en popa, y los que nos hemos llevado y nos llevamos bien estamos genial. Hace un par de semanas salimos por Zaragoza Luis, Iñigo, Joaquín, Bea, María, Laura, Rocío y yo. Estuvo muy bien la noche, tranquilita, pero guay, además descubrí el Luces de Bohemia. Espero que volvamos a repetirla pronto (a decir verdad, el jueves que viene llevamos idea de volver a quedar todos, esta vez incluido Cristian).

Bueno y el resto de los aspectos van como siempre.

Me alegro de haber dejado una etapa atrás, ahora estoy mucho más tranquila, amén de tener claro muchas curiosidades, por llamarlas de algún modo, que antes no veía ni por asomo. Tener las cosas claras y no tener que preocuparse por nada es mucho más cómodo que romperse la cabeza por algo que, al final, ha resultado no valer apenas la pena. Uf que si me alegro…

Y hay cosas que nunca cambiarán, que siguen y seguirán estáticas, sin hacer ademán de desaparecer pero sin doler, al menos por el momento, guardando unas distancias que preferiría no guardar, pero que no sé cómo evitar. Quizás sí lo sé pero no me atrevo a tentar a mi timidez. Cobardía probablemente.

Aunque bueno, un nuevo frente se abre en la ATU:P… ¡jajaja! Veremos cómo va el cuatrimestre… ¡¡¡Buena suerte!!!