Canción de Hielo y Fuego

Hoy sólo paso por aquí para recomendaros una saga de libros que acabo de empezar y que me está enganchando como hace tiempo no me ocurría. La saga se llama Canción de Hielo y Fuego y el autor es George R. R. Martin. El primer tomo se llama Juego de Tronos y ya el comienzo es intrigante. La temática es parecida al Señor de los Anillos, guerras entre reyes, traiciones, leyendas de antaño de un mundo en el que las estaciones pueden durar decenios, magia, seres entre mitológicos e imaginarios... en fin, una maravilla cuyo ritmo además supera con creces el de Tolkien (con todos mis respetos, por supuesto).

He de decir que antes de empezar con esta saga me leí otro libro del autor, Sueño del Fevre, sobre vampiros, y disfruté muchísimo. Lo dicho, si os animáis ya me contaréis, no os defraudará.

Pasito hacia adelante

Esta vez estoy aquí para intentar convencerme (para no variar) de que estoy avanzando. Ha habido dos acontecimientos esta semana que me han hecho plantearme esta hipótesis.

El primero vino de la mano de un sueño. En él mantenía relaciones con un chico cuyo rostro no recuerdo, y todo el mundo lo veía desde su casa en sus teles, creyendo que era sexo ya que estábamos debajo del agua y no se veía. Cuando me lo decían me asustaba pensando en qué pensaría mi madre, en cómo le volvería a mirar a la cara, etc. De repente aparecían mi tía, mi madre y mi padre. Y vi a mi padre y pensé "ya está, estoy soñando, no puede ser cierto porque ahí está mi padre, y no puede estar en la realidad". Me acerqué a él y, como ya me ha ocurrido en alguna otra ocasión, pensé "no podré tocarle porque es de mentira", pero le toqué, le abracé y lloré con él, y le pregunté que si estaba bien, que si estuviera donde estuviera estaba bien, y me contestó que sí.

El segundo me cogió a caballo entre el adormecimiento y el sueño, cuando estás a punto de caer dormida. Pensaba en lo que me apetecía abrazarle, y pensé "mañana le abrazaré con todas mis fuerzas", y de repente me espabilé y caí en la cuenta: ya no puedo abrazarle, ya no voy a poder hacerlo nunca. Y creo que por primera vez desde que murió, lo sentí como algo cierto, y sentí ese dolor palpable que necesitaba sentir. Por supuesto y como ya acostumbro, en seguida le corrí el velo convenciéndome para pensar en otra cosa. No entiendo cómo he adoptado esa facilidad, pero eso sí me resulta inevitable.

No sé por qué tengo la sensación de que he logrado mínimamente algo, he dado un pasito adelante, quizás ya no me siento tan volando y empiezo a notar el pavimento bajo mis pies. Pronto hará un año pero por lo visto soy más lenta de lo que creía, o quizás más silenciosa, no lo sé. En cualquier caso sigo sintiéndome fría, aunque con más tranquilidad para no agobiarme con absurdos. Quizás no sea tan malo intentar ahuyentar los pensamientos que me duelen y lograrlo con esa pasmosa facilidad. Da lo mismo, sigo sin poder hacer nada al respecto.

Concierto de Maga

El pasado sábado fue al concierto de Maga en la Sala Oasis. No deja de ser una lástima que fuera festival, puesto que los grupos van con el tiempo justo y han de dejarse muchas buenas en el tintero, pero igualmente fue, como siempre, maravilloso.

Sé que he escrito muchas veces sobre ellos en mi blog, pero nunca me cansaré. Maga me ha dado tanto... El sábado hubo un momento durante una de las canciones del último disco, con ese "no me arrepiento de nada", en el que realmente me sentí en paz conmigo misma, y eso es algo que hacía mucho tiempo no experimentaba. Quizás fuera algo momentáneo pero es un pequeño avance.

Cuando comulgas tanto con algo totalmente externo a ti, cuando observas cómo gente tan lejana siente las cosas con la misma sensibilidad, cuando descubres formas de concebir el mundo semejantes a as tuyas, se crea un vínculo invisible que ya no se puede romper. Lo escribí hace tiempo aquí y aunque no me guste repetirme tan descaradamente, no encuentro una definición mejor: Maga convierte todo lo que llevo dentro en música. Es como si hubieran engendrado sus canciones con lo que acogen mis entrañas. No sé si es normal sentir algo tan tuyo, pero creo que ya irremediablemente los llevaré siempre por bandera. Gracias.