Mis pensamientos...

Thursday, November 25, 2010

Comentario de texto

Durante la carrera, en la asignatura "Estética del mundo contemporáneo" realizamos un comentario de texto sobre un artículo que nos pasó la profesora. Lo acabo de releer después de cuatro años y me ha parecido interesante. Aquí lo dejo.

En el artículo escrito por Norberto Chaves a analizar, se trata el tema de la unidad cultural en la actualidad. El autor muestra su descontento con la situación, según él, indeseable, de una variedad artística llevada al extremo que ha impedido la integración de las obras en un estilo representativo de la época en la que vivimos. El texto con el que expone esta idea se puede dividir en varios temas a tratar, que posteriormente concretaremos, con los que no hace sino reincidir en la idea central.

Así, comienza haciendo, a modo de introducción, un repaso de los movimientos artísticos más representativos de los últimos siglos, evocando los “buenos tiempos”.

En seguida acomete contra el sigo XX, tachándolo, aunque por boca de otro, de “problemático y febril”, asegurando que en él todos los géneros son cuestionados, puesto que toda premisa cultural se basa en la ruptura y la innovación, dando por hecho que éste es el camino correcto (por primera vez en la historia).

Acusa a esta tendencia de radical porque no sólo rompe con los movimientos anteriores sino que además supone la disolución de la unidad estilística (de nuevo un hecho sin precedentes en la historia de la cultura). Supone que la sociedad no conoce en este momento las consecuencias negativas que este radicalismo puede traer consigo.

Apela a una sustitución de un estilo común por un cúmulo de propuestas unipersonales que, bajo su criterio, no calan en la sociedad.

Afirma que hay que buscar un estilo de época llamado a la coherencia entre todas las creaciones artísticas.

Asegura que “ahora todo vale”, como muchos otros autores han asegurado en sus comentarios, de manera que cualquier planteamiento es aceptado por la comunidad cultural, disolviendo así la creencia en un lenguaje natural.

Puntualiza la no existencia de una trama uniforme (y espontánea) en el paisaje arquitectónico de las ciudades, en las que sólo se halla coherencia estética al contemplar los barrios desfavorecidos (que simplemente dan servicio a las necesidades primarias).

Atribuye a esta falta de estilo común una carencia de carga simbólica en el producto cultural, sólo existente en unidades aisladas.

Antes de concluir, señala el desafortunado fracaso de la modernidad como proyecto de estilo de la época actual, apuntando que el motivo es la inestabilidad del propio sujeto histórico, que basa su creación exclusivamente en la innovación permanente.

Finalmente tacha a la cultura del siglo XX de anorgásmica, infundada por y consecuencia de una sociedad de masas avocada al consumismo.

La intención del autor no es otra que la de realizar una crítica a la sociedad y a sus “artistas” pretendiendo con ésta concienciarnos de que hay que encauzar el arte, prácticamente ya desbocado, hacia una dirección común, puesto que para él ésta es la única manera de que podamos sentirnos identificados con un estilo, algo que represente los días en que vivimos y cómo convertimos nuestras actuales creencias y valores en objetos físicos de una belleza y simbología que consiga llenar el vacío que el desvarío del arte actual ha creado en nosotros.

Como comentario personal acerca del texto analizado, he de definir algunas de mis posturas, mayoritariamente rebatiendo las opiniones del autor.

Es cierto que para un historiador de arte es muy cómodo poder definir las épocas artísticas con una serie de pautas que cada una de ellas en sus principios cumplen. Pueden surgir diferencias, pero en mayor o menor medida los movimientos culturales se pueden definir con una serie de características comunes que los definen. También es cierto que probablemente la gente encontraba más cómodo acceder o contemplar el arte si éste era considerado como una representación de la época en la que vivían o como una consecuencia de los valores que poseían.

Pero, ¿de verdad necesitamos definir un estilo para vernos reflejados en las diversas manifestaciones artísticas que actualmente podemos contemplar? Yo creo que no. La variedad a la que estamos ya acostumbrados abre las puertas a toda clase de pensamientos, representa toda clase de valores y sentimientos: desde el amor idealizado al erotismo más salvaje, desde la bondad “celestial” a la parte más oscura del ser humano. Todo este abanico de posibilidades abarca al conjunto de la sociedad, es decir, todos podemos encontrar obras que nos horrorizarán pero también será más probable que encontremos un tipo de arte que realmente nos llene y con el que nos sintamos identificados. La variedad no tiene por qué ser mala, y desde luego no está desnuda de simbolismo, sino todo lo contrario. Desde siempre he pensado que un cuadro puede presentar múltiples lecturas, hasta el punto de que cada persona puede hacer una distinta, y precisamente eso es lo bonito del arte. El artista se despoja de su sentimiento plasmándolo en el lienzo de un cuadro, en la estructura de un edificio o en los recovecos de una escultura, y con ello brinda a una cantidad indefinida de personas la posibilidad de sentir incontables e indefinibles sensaciones al contemplar su obra. Se puede encontrar la armonía estética (absolutamente personal) en todo tipo de estilos, y el hecho de que confluyan en una misma época resulta beneficioso.

No es necesario encontrar un estilo único del que todos formen parte, no existe un lenguaje natural para el arte. Cada sujeto es estable en sí mismo, no siendo necesario que lo sea en conjunto. En mi opinión la historia ha de servirnos para aprender y madurar, y creo que es evidente que la multiculturalidad no sólo es beneficiosa sino necesaria para que todos y cada uno de nosotros podamos encontrar nuestra esencia, pasando, a poder ser, por hallar un sitio dentro de la cultura de nuestra sociedad.

Wednesday, November 24, 2010

Sobrevivimos

Te pasas la vida creyendo que necesitas esto y aquello, y a aquel y a aquella para sobrevivir y no es verdad. Todos sobrevivimos, simplemente es más difícil, pero sobrevivimos. Deberíamos ser más conscientes de ello.

Wednesday, November 17, 2010

Metodología

Me apetece escribir pero no sé de qué hablar... está lloviendo, lleva toda la mañana así y este ambiente gris suele afectar a mi estado de ánimo, aunque hoy no sé por qué no lo está haciendo. Me ha renovado mucho el fin de semana en Barcelona con mi hermana. Tenía muchísimas ganas de verla, supongo que el hecho de que lleve dentro a mi futuro sobrino incrementa aún más la nostalgia. La quiero más que a nada en este mundo. Cuando subí al autobús que me iba a devolver a mi vida real en Zaragoza no pude evitar soltar unas lágrimas, las tenía tan aferradas que quizás tardaron demasiado en caer. ¿Por qué me cuesta tanto llorar? Ojalá me resultara más fácil, creo que sería más sano. En fin, tampoco puedo luchar contra eso.
Siempre me ocurre igual cuando voy a Barcelona, aunque sea por poco tiempo. El cambio de aires me hace mucho bien. Andar por esas calles llenas de gente de todos los lugares del mundo me hace sentir pequeña e insignificante, y correlativamente me hace sentir mis problemas más pequeños e insignificantes. O quizás simplemente me gusta la ciudad y ya está. La verdad es que no me importaría pasar allí algún tiempo de mi vida, probablemente no quedarme definitivamente, creo que me tiran demasiado las raíces zaragozanas, pero sí pasar un tiempo. Estudiando, trabajando, las dos cosas, lo que sea. Bueno, evidentemente la primera sola no, ya tengo una edad y tengo que ir pensando en empezar a trabajar de una buena vez. Además, lógicamente y por ello mismo, ansío de sobremanera la independencia económica. Puede que por tonterías, pero a mis 24 años estoy cansada de andar pensando "no sé si esto le parecerá bien", "tengo que plantearme que no es mi dinero", y un largo etc. No es que mi madre me restrinja, ni que le tenga que pedir permiso, pero evidentemente no tengo la libertad que tendré cuando sea autosuficiente. Y por otro lado, desde luego, objetivamente, ya va siendo hora.
Odio querer escribir y no saber a dónde enfocar lo que escribo! No tengo ideas, no sé por qué hace mucho tiempo que no vienen a mí. El otro día pensaba en lo curioso que es cuando aparecen. Voy por la calle tan tranquila, o en el bus, y de repente noto como si mi cabeza empezara a hablar sola, de cosas q no vienen a cuento. Empieza a enlazar frases y va creando algo que me resulta interesante, que creo que tengo que continuar ya más voluntariamente. Si me ocurre cerca de casa o de algún sitio en el que pueda hacerme con un papel y un boli diréctamente me pongo con ello, y si tengo planes inmediatos lo apunto en el móvil, en un mensaje en borradores. No sé si tengo opción de "notas" o algo así para esas cosas, pero siempre lo he hecho así y supongo que tiene más encanto para mí. Me gusta. Eso me sucede con los (escasos) relatos cortos que he escrito. Con el resto de los posts lo que me ocurre es que observo algo que pienso que me llama la atención, lo extraigo de la maraña de pensamientos que nos acompañan a diario, y hago lo mismo, lo desarrollo en el momento o lo apunto en el móvil para hacerlo en cuanto pueda. Procuro no perder demasiado tiempo desde que lo anoto hasta que me pongo con ello. Creo que alguna vez me ha sucedido, busco en mi móvil la idea y se me ha olvidado lo que había desarrollado sólo mentalmente cuando apareció. En ese caso simplemente cuelgo lo que guardé en el móvil como sugerencia para examinarlo cuando, como y quien quiera o pueda. Evidentemente también escribo algunos post por el mero hecho de que me apetece contar algo de lo que he vivido. Cuelgo canciones porque me resulta impensable que a mí pudieran ocurrírseme sus letras, porque me han llegado hasta lo más profundo, o porque tienen que estar ahí y punto. Porque amo la música. Cuelgo retazos de libros que leo porque me parecen de una sabiduría necesaria, porque me gustaría escribir algún día algo parecido, o porque tienen que estar ahí y punto. Porque amo la literatura. Cuelgo cualquier cosa que me parece interesante.
Supongo que toda esta parrafada es innecesaria, de alguna manera doy por hecho que los mecanismos que me hacen funcionar a mí son los que hacen funcionar al resto, aunque eso es algo que, obviamente, nunca sabré.

Tuesday, November 16, 2010

Uno de los consuelos de ir cumpliendo años es depender menos del juicio ajeno y más del propio.

Teresa Moure, Hierba Mora

Wednesday, November 03, 2010

Melancolía

¿Será verdad que tendré periodos pasajeros de cierta melancolía cada cierto tiempo? Aquel señor me los expresó como una mezcla entre tristeza y depresión, nunca como depresión en sí. Eso supongo que habría de tranquilizarme. El caso es que llevo desde el bajón del domingo un poco tocada, hay ratos en los que parece que aflora la risa, pero otros me hundo sola. Y esta vez no sé por qué.

Monday, November 01, 2010

Día cruzado

Hoy llevo el día cruzado. Me he levantado con la inevitable resaca del día siguiente a unas cervezas de más y he intentado disimularla buscando quehaceres que compartir con mi madre. Hemos estado cocinando y luego me he subido un rato a la peña. Una coca-cola light en el Night Train y a cenar. No tenía ganas de salir pero me apetecía ver a Luis y a Iñigo. Hemos echado unos dardos y me he cruzado. Antes de ponerme a llorar como una quinceañera he decidido irme a casa. Por el camino he pensado que sería bonito imaginar que a mi lado caminaba mi padre. He sentido el peso de su brazo apoyado en mi hombro y de repente ha regresado el miedo. No recuerdo cómo caminaba mi padre. Algo tan sencillo como su forma de andar. Lo intento y no puedo, y me parece absurdo. Cada mínimo detalle que olvido, por lógica supongo, me aterra. Sé que no puedo pretender poder evocar cuando me plazca una imagen tan nítida que parezca real pero no me resigno a ello.
Hay días en los que pienso, o quizás quiero pensar, que mi padre sigue conmigo de alguna manera, convertido en una especie de energía inmaterial. Y sin embargo soy incapaz de hablarle. Las ocasiones en las que me he planteado hacerlo me llevan a sentir de nuevo ese miedo al salto al vacío más profundo. Puede que en realidad no haya avanzado una mierda en todo este tiempo y siga como al principio, no consigo saberlo.
Hoy he pensado mucho en mi abuela.

Esto lo escribí ayer por la noche cuando llegué a casa. Después de todo el agobio que sentí, hoy recuerdo perfectamente cómo caminaba mi padre.