Ayer estuve hablando con Berta sobre algo parecido al post que escribí hace unos días. "Pulso con el mundo" creo que se llamaba. Nos planteamos la duda de si hacemos lo que hacemos porque nos gusta o porque tenemos un camino ya marcado. Bert dijo algo que me llamó la atención: que somos capaces de autoconvencernos de cualquier cosa. Lo catalogó como algo peligroso y rechazable. Yo dije que podías estar bien aunque lo estuvieras simple y llanamente por haberte autoconvencido de algo, y que yo me limitaba a estar bien, fuera cual fuese el método. Hablamos de hacer lo que uno quiere en el futuro, y de que esto no tiene por qué ser (precisamente no lo es, ya lo expliqué) lo que todo el mundo dice que es. Pienso que si comparas la vida de alguien que se ha dedicado a vagar por el mundo con una mochila, trabajando en cualquier cosa para pasar el día, conociendo gente y costumbres, dedicando su vida al arte y al conocimiento real..., con la de un super empresario extra inteligente que se ha forrado y tiene una familia perfecta y un cochazo en la puerta de su chalet, no tiene color. Pero resulta que el primero es o vago o tonto, y el segundo el prototipo de todo hijo de padre. ¿Quién dijo que esto era así? Me parece injusto que te traten mal por pensar diferente. Berta decía lo que ya comenté en el post aquel, y es que seguro que encuentras la comodidad perfecta y ya no quieres salir de ella. Le dije que si querías algo de verdad no importaba lo que tuvieras que sacrificar por ello. Si de verdad lo quieres hacer, y no dependes de nadie ni jodes a nadie, puedes hacerlo. Es más, debes hacerlo, o serás un desgraciado toda tu vida por no haberlo intentado.
Relacionado con este tema hablamos de la gente de nuestro alrededor. Y aquí cabe resaltar el post "Seré breve" que dejé sin explicar más. Esto era a lo que me refería. Berta cree que toda persona en la vida se plantea alguna vez lo que hablábamos. Yo dije que estaba convencida de que no, al menos por el momento, aunque era probable que ciertas personas siguieran el camino marcado del que he hablado antes y cuando tuvieran 50 años dijeran: "¿Qué he hecho con mi vida?". Pero eso tampoco es justo, ni cierto, porque no todos buscamos lo mismo, a expensas de que sea lo "normalizado" o no. Quizás no se lo plantean porque se conforman con lo que tienen que ser, y nunca serán lo que quieren ser, o quizás son lo que tienen que ser, o tienen que ser lo que son. Son cosas que no comparto, como tantas otras. Vale, a lo mejor soy yo la rara (en cualquier caso, me gusta pensar como pienso, y si mis convicciones y/o mis ideas cambian alguna vez será porque yo haya cambiado, no porque me hayan hecho cambiar).
Puede que me tenga últimamente algo "transtornada" (obsesionada suena excesivo) este tema, pero me temo que recurriré a él en más ocasiones. Aviso :P.